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noviembre 2020

Navidad: Dios hecho hombre

Queridos diocesanos:

El Adviento es el tiempo litúrgico en el que la Iglesia nos llama a prepararnos para celebrar al Hijo de Dios hecho hombre por nuestra salvación. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16). La actitud espiritual nos ha de llevar a contemplar con los ojos de la esperanza la trascendencia de este gran acontecimiento en la plenitud del tiempo (cf. Gal 4,4). Dios nos creó por amor y no nos abandonó en nuestra desobediencia. El Adviento es una oportunidad providencial para acoger el Don gratuito de la salvación saliendo al encuentro del Señor.

Pobreza, sencillez y humildad

Al contemplar al Niño Dios nacido en Belén, os invito a leer el pasaje bíblico referente al profeta Elías (cf. 1Re 19,9a.11-13a). El Señor también nos llama hoy como al profeta entonces a salir de nuestra cueva y a acercarnos al establo de Belén para dejarnos sorprender por la sencillez de un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre (cf. Lc 2,7). Tal vez en nuestra ensoñación, damos rienda suelta a nuestras fantasías, pero más allá de ellas Dios siempre nos sorprende. Al profeta Elías se le dice: “Sal y permanece en pie en el monte ante el Señor” (1Re 19,11). El profeta fue testigo de un huracán, de un terremoto, de un fuego pero en estos fenómenos no estaba el Señor. Después de esto vino el susurro de una brisa suave ante el cual Elías cubrió su rostro con el manto y en esa circunstancia le llegó la voz del Señor diciéndole que volviera al camino para realizar la misión que se le había encomendado (cf. 1Re 19,9-18). De alguna manera en ese susurro se presentía la presencia del Hijo de Dios que “no gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no lo apagará. Manifestará la justicia con verdad” (Is 42,2-3). También en esta Navidad se nos pide salir de nuestras cuevas en las que esperamos al Señor según nuestros planes, y acercarnos al establo de Belén para comprobar que Dios se nos muestra de manera imprevisible, arropándose en la sencillez, en la pobreza y en la humildad. Su realismo humano es el referente de la autenticidad para el hombre. Ciertamente en el edificio de nuestra espiritualidad toda ostentación se desploma.

Mensaje del Niño Dios en el establo de Belén

La luz que iluminó el establo de Belén fue irradiándose en el Evangelio y en las actitudes de Jesús a lo largo de su vida aunque en su nacimiento fue ignorado por sus contemporáneos y por las fuerzas que movían entonces los hilos de la trama social. El Señor se ha hecho contemporáneo de la vida de cada uno de nosotros, también en medio de esta pandemia que nos desasosiega y cuestiona pero hemos de seguir viviendo cristianamente la Navidad, imitando a Jesús “que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo porque Dios estaba con él” (Hech 10, 38). Él soportó el desprestigio humano de no tener un lugar en la convivencia social como tantas y tantas personas hoy en día en nuestra sociedad: “Para ellos no había sitio en la posada” (Lc 2,7). En el Sermón de la montaña proclamará: “Bienaventurados los mansos porque ellos heredarán la tierra”.  Mantuvo un diálogo constante con el Padre: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños… Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera” (Mt 11,25.29-30). Nos indicó las pautas de nuestro comportamiento: “El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20,28). “Os doy un mandamiento nuevo; que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos; si os amáis unos a otros” (Jn 13,34-35). El apóstol San Pablo escribió que “el amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe; no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra con la injusticia sino que goza con la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1Cor 13,4-7). Una buena guía para no caer en el riesgo de ser blanco de los aduladores, y tratar de actuar siempre en justicia y en verdad. En medio de la crisis humanitaria y sanitaria que nos afecta, la distancia social aconsejada ha de acrecentar la cercanía del corazón. A esto nos llama la Navidad con la alegría de los villancicos y sin el agobio del consumismo.

Exhortación para la Navidad

No amortigüemos las consecuencias del mensaje de Jesús sobre los almohadones de nuestros prejuicios y sentimentalismos. Llevemos a las personas necesitadas material y espiritualmente la Luz que brilló en Belén, ofreciéndoles nuestra ayuda. Por mi parte quiero llegar a vuestros hogares y proclamaros ese gran anuncio de esperanza cristiana: “Hoy en la Ciudad de David nace el Salvador, el Mesías, el Señor”. Pido al Niño Dios que bendiga a todas las familias, en especial a las que en estas fechas el recuerdo de las personas queridas se convierte en tristeza. ¡Feliz Navidad a todos!

Os saluda con afecto,

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.

29 noviembre, 2020
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El Congreso de los Diputados ha aprobado, en primer término, la nueva Ley de Educación que continuará su trámite parlamentario en el Senado, antes de volver definitivamente al Congreso para su aprobación definitiva.

La Educación tiene un significado singular y relevante para la vida y el futuro de niños y jóvenes, de las familias y de la sociedad entera. Es el ámbito donde se contribuye a edificar el porvenir de una nación y su salud democrática. Por la gran inquietud que ha generado la formulación y la manera de tramitarse de la nueva ley, nos parece necesario ofrecer ahora algunas reflexiones:

  1. Antes de cualquier consideración queremos mostrar nuestro reconocimiento a todos los docentes que en este tiempo de pandemia están redoblando sus esfuerzos para seguir educando y formando a las nuevas generaciones. Es un trabajo silencioso, pero nos consta que se realiza con una dedicación personal y profesional que permite mantener la tarea escolar por encima de todo.
  2. Por ello, lamentamos en particular que se haya procedido a la tramitación de esta ley a pesar de las difíciles circunstancias causadas por la pandemia y con unos ritmos extremadamente acelerados. Ello ha impedido la participación adecuada de toda la comunidad educativa y de los diferentes sujetos sociales.Consideramos necesario insistir en que el verdadero sujeto de la educación es la sociedad, y, en primer lugar, las familias. No sería aceptable que el Estado pretendiera apropiarse de este protagonismo de la familia y de la sociedad -a cuyo servicio está llamado-, identificando el carácter público de la enseñanza con su dimensión organizativa de carácter estatal. No solo lo que es de titularidad estatal es público.

    Con el papa Francisco queremos recordar la urgencia de un Pacto Educativo Global, que el Gobierno ha aplaudido de manera informal, y que significa privilegiar el camino del diálogo, de la escucha y del acuerdo, de modo que las propias posiciones ideológicas (todas ellas “confesionales”) no se conviertan en criterio de exclusión. En palabras del presidente de la CEE al inicio de esta A. Plenaria: “sería conveniente que de este pacto educativo pudiera concretarse una ley sólida que no sea objeto de debate con cada cambio de color político en el Gobierno”.

  3. Tras el camino recorrido durante la tramitación de la ley, vemos necesario pedir que esta ofrezca una mayor protección del derecho a la educación y la libertad de enseñanza, tal como se explicitan en el art 27 de la Constitución y en su interpretación jurisprudencial. Nos preocupa que esta ley introduzca limitaciones a estos derechos y libertades y, en primer lugar, al ejercicio de la responsabilidad de los padres en la educación de los hijos.Comprendemos y apoyamos los esfuerzos de las familias, plataformas y agentes sociales que en estos días se han movilizado en la defensa de estos derechos, y particularmente de los referidos a los alumnos con necesidades especiales.
  4. En este mismo sentido afirmamos, de nuevo, que la ley debería recoger la “demanda social” en todas las etapas del proceso educativo: libertad de creación de centros escolares, libertad de elección de centro y propuesta educativa, trato en igualdad de condiciones a los diversos tipos de centro, para lo cual es necesaria la gratuidad de la enseñanza sin discriminaciones.
  5. Lamentamos profundamente todos los obstáculos y trabas que se quieren imponer a la acción de las instituciones católicas concertadas. No es el momento de enfrentar entidades e instituciones educativas, sino de trabajar conjuntamente, en el espacio público, para ofrecer una educación adecuada a todos los niños, adolescentes y jóvenes de nuestro país.
  6. En diálogo con el Ministerio, la CEE ha recordado que no puede excluirse del ámbito escolar la educación de la dimensión moral y religiosa de la persona, para que ésta pueda crecer como sujeto responsable y libre, abierto a la búsqueda de la verdad y comprometido con el bien común, recibiendo para ello una formación integral. Por eso, ha propuesto que la enseñanza religiosa escolar quede integrada en un área de conocimiento común para todos los alumnos, en un modo que no genere para nadie agravios comparativos. Y ha recordado que esta asignatura no debe ser considerada ajena al proceso educativo, sino que ha de ser comparable a otras asignaturas fundamentales.Lamentablemente la propuesta hecha por la CEE no ha recibido respuesta por parte del Ministerio. De hecho, el texto legislativo aprobado suprime el valor académico de la evaluación de la asignatura de Religión, y deja a los alumnos que no cursen esta asignatura sin una formación con contenido escolar.

    Queremos recordar que no es aceptable la descalificación de esta asignatura o del trabajo de sus profesores como adoctrinamiento. Al contrario, respeta el conjunto de exigencias propias de su presencia en el ámbito escolar, relativas a la metodología o al estatuto del profesorado. Es escogida con buenas razones por una mayoría de familias, y reconocida en su contribución a la educación integral de la persona y su compromiso en la sociedad. De hecho, está presente en la mayoría de los sistemas educativos europeos.

  7. La Iglesia ha desarrollado una gran tradición educativa, que ha sido y deseamos que siga siendo una riqueza de nuestra sociedad. Más allá del debate sobre una ley, es consciente de la necesidad de seguir defendiendo la inclusión escolar y educativa de la enseñanza religiosa escolar como integrante del ámbito de una necesaria educación moral. Y, como Pueblo de Dios, en todos sus miembros, seguirá trabajando para hacer posible el crecimiento, la libertad y la pluralidad de la propuesta educativa para servir así al bien de los alumnos, las familias y toda la sociedad.

Madrid 20 de noviembre de 2020

23 noviembre, 2020
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Estar en presencia del Santísimo es un acto de intimidad que a través de la oración se profundiza en la amistad con Dios. Es un momento de trato personal que nos permitirá profundizar en nuestra relación con el Señor, de responder ante Él de nuestros propósitos y de corresponder al amor de Dios.

Como a cualquier sitio al que no tenemos claro cómo llegar podemos acercarnos al Santísimo haciendo uso de la “tecnología” GPS -Gracias, Perdón, Súplica-, siendo éstas las fases más corrientes por las que podemos pasar en nuestra visita a la adoración eucarística. Las posibilidades son muy diversas, tras comenzar con un momento de recogimiento y oración en búsqueda del silencio interior podemos dedicar tiempo a la meditación de algún texto espiritual, otro tiempo a nuestro diálogo personal con el Señor y finalmente a pedir por nuestras necesidades.

En fin, Dios quiera que hagamos de esta práctica junto con nuestros hijos y jóvenes un hábito común para iniciarlos a encontrarse con el Señor en la oración y que nos pueda reportar a todos un gran provecho espiritual como hijos de Dios.

Lugar: Iglesia nueva de Santa Cruz
Día: jueves
Hora: 19:30 hh.

 

19 noviembre, 2020
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Los colaboradores de la Capilla de Montrove , lanzaron a través de la página web de la parroquia y en todas las celebraciones un mensaje a todos los vecinos para colaborar en la recogida de alimentos extraordinaria, que como cada Navidad, pone en marcha ( este años con un valor añadido:con motivo de la crisis sanitaria que sufre todo el país)

Más allá de los actos de culto, que son centrales en nuestra vida comunitaria y personal de fe, la parroquia debe sacar adelante numerosas iniciativas, muchas de ellas de carácter solidaria, a lo largo de todo el año para hacer frente a las circunstancias que vivimos. El incremento de solicitudes a la parroquia desde el inicio de la crisis del Covid19 hace necesario el reabastecimiento continuo de productos para mantener la continuidad de la ayuda.

La respuesta, como se puede comprobar por las imágenes, esta siendo muy positiva, como era de esperar. Los Montrove son solidarios siempre que se le requiere, por ello, han sido convocados una vez más con dicha causa. Dicha recogida es a favor de nuestra Cáritas que, cada semana, atiende entorno a cien familias, siendo preferible la aportación de alimentos no perecederos como: conservas, aceite, legumbres, productos de higiene o leche.

El horario de recogida de alimentos está siendo los domingos y si alguna persona no se pudiese des plaza rse, no tiene más que avisar y pasarán por su domicilio a recoger su aportación.

Esta campaña se extenderá hasta el próximo 20 de diciembre, para poder confeccionar al día siguiente los diferentes lotes que se entregarán a los necesitados para poder sobrellevar un poco mejor las celebraciones navideñas.

Lugar: Capilla de Montrove
Día: Domingos hasta 20 de diciembre
Hora: 10.00 hh. a 12:00 hh.

 

18 noviembre, 2020
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El tiempo que puedas: media hora, una, tres horas… Lo que se ajuste a tu situación de vida.
• Catequesis
• Cáritas en tu parroquia
• En algún grupo que colabore con las Misiones
• Puede haber personas que reflexionen sobre la vida o la situación social y quieren comprometerse con ella.
• Ayudando a mantener el templo abierto, a cuidarlo. Juntos hacemos una parroquia viva, comprometida, apasionada por Jesucristo y entregada a los demás.

Colabora con tus CUALIDADES

Tenemos mucho que podemos dar a los demás. Por eso, cada uno puede aportar un poco de lo que sabe: una sonrisa cercana, una mano que apoya un hombro desconsolado, remangarte cuando sea necesario, acompañar en silencio al que sufre.

Quizá sabes de electricidad o de construcción, alguna cosa se podrá hacer. Pon al servicio de los demás en tu parroquia no solo lo que tienes, también lo que sabes, lo que eres.
En toda familia hay necesidades, y la parroquia es una gran familia de familias que siempre necesitará de tu ayuda.

Colabora con un donativo

Haz un donativo. Con tu aportación periódica ayudas más, porque permiten elaborar presupuestos y mejorar la utilización de los recursos y planificar acciones a medio y largo plazo.

Ventajas fiscales. “El que da, recibe”. Tus donaciones a la Iglesia son deducibles hasta en un 75% al realizar la declaración de la renta, tanto para las personas físicas como jurídicas.

Colabora con tu ORACIÓN

No solo se trata de hacer, también puedes rezar por tu parroquia porque tu oración es necesaria y será el alma de toda la actividad que se realice. Con ella, los frutos serán mayores y más permanentes.

 

16 noviembre, 2020
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Los pobres, luz del Evangelio en nuestro camino

Queridos diocesanos:

De nuevo llamo confiadamente a las puertas de vuestra conciencia en la Jornada Mundial de los Pobres que el Papa ha convocado para el 15 de noviembre próximo con el lema: “Tiende tu mano al pobre” (Cf. Si 7,32).

Los pobres, representantes de Cristo

Este aldabonazo quiere reavivar la llamada de atención que debemos prestar a los pobres con los que Jesús se identifica cuando dice: “Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme” (Mt 25, 35-36). “Ateniéndonos a las indiscutibles palabras del Evangelio, en la persona de los pobres hay una presencia especial suya, que impone a la Iglesia una opción preferencial por ellos. Mediante esta opción, se testimonia el estilo del amor de Dios, su providencia, su misericordia y, de alguna manera, se siembran todavía en la historia aquellas semillas del Reino de Dios que Jesús mismo dejó en su vida terrena atendiendo a cuantos recurrían a Él para toda clase de necesidades espirituales y materiales[1]. En el día a día basta mirar en nuestro entorno para encontrarnos con los pobres a los que “Cristo les concederá un título especial: ser sus representantes, sus delegados, sus presencias en la calle y en el mundo”[2]. Pedro, Santiago y Juan pedirán a Pablo y Bernabé que se acuerden de los pobres (cf. Gal 2, 10).

Tender la mano, signo de cercanía y concordia

En estos tiempos de la pandemia se nos ha advertido de que no debemos darnos la mano para evitar posibles contagios. Esto nos hace a veces sentirnos distantes. En nuestra costumbre el modo habitual del saludo lo hemos suplido por otros gestos porque seguimos sintiendo la necesidad de la cercanía y concordia que contribuyen a darnos cuenta de que nos necesitamos los unos a los otros. Tender la mano siempre acorta las distancias y nos ayuda a ver la realidad concreta que una persona puede estar viviendo.

Hay una pobreza visible en las calles y hay otra que permanece oculta entre las paredes de los hogares. “Bien puede afirmarse que el ser y el actuar de la Iglesia se juegan en el mundo de la pobreza y del dolor, de la marginación y de la opresión, de la debilidad y del sufrimiento”[3]. Nuestra actitud no debe ser la pasividad y la inactividad sino tender la mano al pobre, que significa, como nos dice el Papa, invitarnos a la responsabilidad y es un compromiso directo de todos aquellos que se sienten parte del mismo destino, llevando las cargas de los más débiles, y dejándose conmover por la pobreza de la que a menudo somos también cómplices. En este panorama fácilmente nos defendemos globalizando la indiferencia[4], y nos justificamos convenciéndonos de que no se puede hacer nada y de que han de ser otros los que traten de solucionar este problema, o echando la culpa a los demás. Es cuestión de todos, estando por medio la justicia y la vida de los desprotegidos porque “la pobreza que se tolera en medio de la abundancia es una injusticia social. De la misma manera luchar por la injusticia supone para la Iglesia en general y para cada uno de los cristianos en particular una exigencia  fundamental y una opción preferencial en favor de los pobres y oprimidos”[5]. Hay que pasar de una política “hacia” los pobres a una política “con” y “de” los pobres[6].

El amor, finalidad de nuestras acciones

Afirma el Papa en su Mensaje que en todas nuestras acciones, hemos de tener presente el final (cf. Si 7,36) de nuestra existencia. Acordarnos de nuestro destino común puede ayudarnos a llevar una vida más atenta a quien es pobre y no ha tenido las mismas posibilidades que nosotros. No debemos perder de vista el objetivo hacia el que cada uno tiende, pues tenemos un proyecto a realizar y un camino a recorrer procurando alcanzar la meta. “La finalidad de cada una de nuestras acciones no puede ser otra que el amor. Este es el objetivo hacia el que nos dirigimos y nada debe distraernos de él. Este amor es compartir, es dedicación y servicio, pero comienza con el descubrimiento de que nosotros somos los primeros amados y movidos al amor[7]. La mejor ayuda para un pobre no es sólo el dinero, que es un remedio temporal, sino el hecho de permitirle vivir una vida digna a través del trabajo y promoverlo desde la solidaridad y la subsidiaridad[8].

En este sentido, podemos decir que los pobres son también una luz del Evangelio en el camino de nuestra peregrinación para dar sentido a nuestra vida, sabiendo que nada que afecte a los demás, nos puede ser ajeno, y ayudándonos a llevar los unos las cargas de los otros porque nadie puede esperar para sí sin esperar para los otros, con todos los otros[9].

Os saluda con afecto y bendice en el Señor,

+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.

 

[1] JUAN PABLO II, Carta Apostólica Novo millennio ineunte, nº 49.

[2] COMISION EPISCOPAL DE PASTORAL SOCIAL, La caridad en la vida de la Iglesia, Edice, Madrid 1994, 52.

[3] Ibid., 43.

[4] Cf. Mensaje del Santo Padre Francisco. IV Jornada Mundial de los Pobres. Domingo XXXIII del tiempo Ordinario, 15 de noviembre de 2020, nos. 8-9.

[5] La caridad en la vida de la Iglesia, 70.

[6] Cf. FRANCISCO, Fratelli tutti, 169.

[7] Mensaje del Santo Padre Francisco…., nº 10.

[8] Cf. FRANCISCO, Fratelli tutti, 187.

[9] J.L.RUIZ DE LA PEÑA, La Pascua de la creación, Madrid 1998, 218.

15 noviembre, 2020
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El mundo de hoy es fundamentalmente digital. Muchos de nosotros , si leemos periódicos, lo hacemos por Internet. Vivimos en el mundo del ciberespacio, los teléfonos móviles que graban videos, las descargas de videos y música, los sitios de intercambios sociales, la mensajería de texto y los blogs, las agendas electrónicas y los podcasts están a la orden del día.

La Iglesia, la parroquia no pueden -ni quieren- vivir ajenos a ello ¿De qué manera podemos utilizarán estos nuevas tecnologías? En la parroquia tenemos página web, damos formación on line: cursos prematrimoniales, catecismo, formación,; también se retransmite a diario la Santa Misa.

Pero siempre estamos trabajando y queremos seguir implementando áreas de evangelización para llegar a cuantos más mejor. Nos preguntamos frecuentemente , ¿cómo podemos utilizarlos para sacar adelante la obra del Señor?

Tenemos una oportunidad excepcional de convertirnos en una influencia positiva en estos tiempos de pandemia para nuestra sociedad. Tiene mucho de verdad aquel dicho de “la pluma es más poderosa que la espada”.1 En muchos casos, la palabra nos permite llevar a cabo las grandes obras que nos proponemos hacer. Y hoy vivimos en la generación de la imagen.

Una de esas nuevas iniciativas es hacer llegar a todo el que lo desee medios de formación Cristiana como el retiro que cada mes se celebra en la Iglesia nueva de Santa Cruz.

Hoy os dejamos el enlace para escuchar la primera meditación del retiro de noviembre.

 

13 noviembre, 2020
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La palabra “retiro” hace referencia a recogerse, retirarse de la vida cotidiana y rezar, hacer oración y meditar sobre algún aspecto de la vida cristiana. Se trata de una actividad “del espíritu”. También cuando se trata de varios días suelen llamarse “ejercicios espirituales” o “curso de retiro”. Predomina el silencio, la oración y el examen.

Una vez al mes tenemos en la parroquia un retiro espiritual para varones, para facilitar a los feligreses ese medio tradicional en la Iglesia para mejorar en la vida cristiana. Comienza con una lectura (hecha por uno de los laicos que asisten) de unos puntos de examen que facilitan los propósitos.

Continua con una meditación predicada por un sacerdote en la iglesia, ante el sagrario. Unos minutos para realizar el Examen y para finalizar otra meditación predicada por el sacerdote que termina en una Bendición con el Santísimo.

Los temas que elige el sacerdote tienen que ver con el tiempo litúrgico o con aspectos básicos de la vida cristiana en relación a la fe, a la moral, a la liturgia, a la doctrina social de la Iglesia, etc.

Como es natural, se guardarán todas las medidas de seguridad recomendadas: distancia social, uso de mascarillas, gel hidroalcoholico, etc… Además y debido a las nuevas restricciones impuestas por las autoridades el aforo está limitado a 120 personas
¡Una experiencia espiritual que nos renueva!

Lugar: Iglesia nueva de Santa Cruz
Dia: 12 de Noviembre
Hora:20:00 hh.

12 noviembre, 2020
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Hoy se celebra la fiesta litúrgica de San Martín de Tours, Patrono de una de las parroquias de nuestra unidad pastoral: Dorneda.

Con tristeza y en virtud de las restricciones sanitarias que hasta ayer estaban vígentes en nuestra comunidad autónoma y que limitaban el aforo de los templos a la mínima expresión, el pasado domingo -día en que se comunican las celebraciones de toda la semana- nos vimos obligados, por la situación epidemiológica actual, a suspender la tradicional misa solemne que, como cada 11 de noviembre celebrábamos en el templo parroquial.

Como se hace en otras muchas fiestas, cuando estas coinciden en días laborables y para facilitar una mayor asistencia de fieles y devotos, la hemos trasladado al próximo domingo a las 10:00 hh. lo que sin duda resultó un acierto ya que esta semana cambiaron las normas referentes al aforo de los templos.

Vida de San Martín

Cada 11 de noviembre la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Martín de Tours, un exmilitar romano que se convirtió en obispo y que quedó inmortalizado por un gesto de caridad con el prójimo. San Martín de Tours es patrón de numerosos lugares, Iglesias, asociaciones e iniciativas alrededor de todo el mundo.

Martín nació en Panonia (actual Hungría) alrededor del año 316. Fue hijo de padres paganos. Su padre fue militar y él, siguiendo la tradición, ingresó a los 15 años a la guardia imperial romana. Mientras integraba el ejército, se convirtió al cristianismo y fue admitido como catecúmeno. Fue así que, hacia 337, encontrándose en Amiens, al norte de Francia, vió a un mendigo recostado junto a la puerta de la ciudad, tiritando de frío. Martín, al verlo en esas condiciones, espada en mano, dividió su capa en dos: una mitad la conservó por respeto a quien se la dio -el Imperio-, mientras que con la otra cubrió el cuerpo helado del mendigo, para que se cobije. Poco después, Martín tendría un sueño en el que se le apareció Cristo, diciéndole a los ángeles: “Martín, siendo todavía catecúmeno, me ha cubierto con este vestido”. Aquel gesto de amor al prójimo, desprendimiento y justicia ha quedado perennizado incluso en el arte, como puede constatarse en la iconografía del Santo. Basta recordar la pintura que el Greco hizo representando aquel relato.

Cuando Martin renunció a la milicia, se unió a los discípulos de San Hilario de Poitiers y adoptó el modo de vida ascético y de oración. Lamentablemente, Hilario tuvo que exiliarse y dejó Poitiers, por lo que Martin decidió ir a Milán. Allí se reencontró con su madre, a quien logró convertir al cristianismo, cosa que no logró con su padre.

Cuando Hilario regresó a Poitiers, Martin decide ir a su encuentro. De vuelta a la ciudad francesa, se dedicó a la construcción de un monasterio en Ligugé -el primero en construirse en Europa-, en el que vivió como monje alrededor de una década, bajo la dirección espiritual de su maestro, Hilario. Este lo prepararía para el diaconado y el sacerdocio. Tras el orden sacerdotal, Martin sería elegido Obispo de Tours.
Como Obispo, Martin se dedicó a la evangelización y a combatir la influencia pagana dentro de la Iglesia, particularmente el gnosticismo. Por otro lado, tuvo que enfrentar el maniqueísmo del obispo Prisciliano. Como Martin mantuvo siempre la disputa con este en el campo doctrinal, no estuvo de acuerdo con su encarcelamiento y posterior condena a muerte, promovida por Idacio, obispo de Mérida. Martín intercedió por Prisciliano ante el Emperador, pero este le haría caso a Idacio. Martín, golpeado por estos sucesos, rompería todo vínculo con él, hasta que se reconciliaron años más tarde.

Martín fundó una comunidad denominada Maius Monasterium (monasterio mayor), también conocida como Marmoutier. Los últimos 25 años de su vida, viajó por las regiones de Turena, Chartres, París, Autun, Sens y Vienne. Falleció en Candes (Actual Candes-Saint-Martin) en el año 397.

Tras su muerte, la media capa de San Martín de Tours fue puesta en una urna, construyéndose un santuario pequeño para conservarla, que sirviera al mismo tiempo de lugar de culto. Como en latín “media capa” se dice “capilla”, se solía decir: “Vamos a orar donde está la capilla”. De esta manera, la palabra “capilla”, con su vulgarización, empezó a hacer referencia a los pequeños lugares de oración en general, y así se le incorporó a otras lenguas como el castellano.

Cfr.: Aciprensa

Lugar: San Martin de Dorneda
Dia: Domingo 15 de noviembre
Hora: 10:00 hh.

11 noviembre, 2020
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