El pasado 9 de noviembre se cumplieron 22 años de la beatificación del Beato Juan Nepomuceno Zegrí y Moreno, sacerdote de la Diócesis de Granada y fundador de la Congregación de las Hermanas Mercedarias de la Caridad. Fue el Papa Juan Pablo II quien, en una solemne ceremonia celebrada en Roma el 9 de noviembre de 2003, proclamó beato al Padre Zegrí, junto con otros cuatro religiosos y religiosas.
El Padre Zegrí, como cariñosamente se le conoce, nació en Granada y fue ordenado sacerdote en 1855. Desde sus primeros años de ministerio destacó por su profundo espíritu de servicio y su inagotable caridad hacia los más necesitados. Desempeñó diversos cargos eclesiásticos de relevancia, entre ellos el de vicario general de la diócesis de Málaga, pero su auténtico legado nació de su deseo de fundar una congregación dedicada a la misericordia y la ayuda social. Así, el 16 de marzo de 1878, en Málaga, fundó la Congregación de las Hermanas Mercedarias de la Caridad, con el propósito de “hacer el bien a todos, haciendo el bien siempre y de la mejor manera posible”.
Un camino de fe y entrega
La vida del Padre Zegrí no estuvo exenta de pruebas. A pesar de sufrir calumnias y el dolor del abandono en sus últimos años, permaneció fiel a su vocación y a su confianza en Dios hasta su fallecimiento, ocurrido el 17 de marzo de 1905 en Málaga. Su testimonio de fe y caridad fue reconocido por la Iglesia, que lo declaró Venerable el 21 de diciembre de 2001, al reconocer sus virtudes heroicas.
El proceso de beatificación culminó con el reconocimiento de un milagro atribuido a su intercesión: la inexplicable restitución del páncreas de Juan de la Cruz Arce, en Mendoza (Argentina), un hecho que la ciencia no pudo explicar y que la Iglesia aceptó como signo de la acción divina a través del Padre Zegrí.
Un legado que sigue vivo
Hoy, más de un siglo después de su muerte, la Congregación de las Hermanas Mercedarias de la Caridad continúa difundiendo su carisma y su mensaje de amor y servicio en diversos lugares del mundo: España, Roma, América, África y Asia. Las hermanas mantienen viva la llama de la caridad evangélica que inspiró a su fundador, entregando su vida a la educación, la asistencia social y el acompañamiento espiritual de los más vulnerables.
Con especial gratitud recordamos que las Hermanas Mercedarias de la Caridad están presentes en Santa Cruz de Oleiros desde hace 53 años, colaborando estrechamente con la Parroquia de Santa Eulalia de Liáns, que forma parte de nuestra Unidad Pastoral de Oleiros.
Durante más de medio siglo, su presencia ha sido un pilar fundamental en la evangelización y en la acción social de nuestra comunidad. Han acompañado a generaciones de familias, atendido a los necesitados, acogiendo a niños y niñas en situación administrar desamparo o riesgo, enseñado con su ejemplo y ofrecido su testimonio de fe y alegría cristiana.
Un aniversario para dar gracias
En este aniversario de la beatificación del Beato Juan Nepomuceno Zegrí y Moreno, nos unimos con alegría y gratitud a las Hermanas Mercedarias de la Caridad. Damos gracias a Dios por el don de su fundador y por la fidelidad con que las hermanas continúan su misión entre nosotros.
Su vida entregada al servicio, su disponibilidad y su compromiso constante son una bendición para la comunidad de Santa Cruz y un testimonio vivo del amor misericordioso de Cristo.
¡Gracias, Hermanas Mercedarias de la Caridad, por tantos años de entrega y amor generoso! Que el Beato Zegrí siga intercediendo por vosotras y por toda nuestra comunidad.
