Nos encontramos ante un momento único y lleno de gracia: la celebración del Año Jubilar 2025, proclamado por el Papa Francisco bajo el lema «Peregrinos de Esperanza».
Nos invita a profundizar en nuestra fe, vivir la misericordia de Dios y renovar nuestra esperanza como Iglesia en camino hacia el Señor. El Arzobispo de nuestra Diócesis, Mons. Francisco José Prieto Fernández , ha designado diferentes ubicaciones de nuestra geografía como templos jubilares.
Muchos se preguntaban si los actos de apertura del Año Jubilar que han tenido lugar en cada diócesis no conllevarían también la habilitación o apertura de otras puertas en los templos diocesanos, pero conviene recordar que las gracias jubilares no dependen de las puertas en sí. Éstas son tan sólo un signo que pretende expresar el paso a una vida nueva en Cristo, que debe vivirse a partir de un proceso de conversión interior reflejado en la participación en los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía.
Es necesario, por lo tanto, para atravesar las puertas santas, desplazarse hasta la ciudad de Roma, pero queda al alcance de todos el obtener las gracias jubilares en los templos habilitados para ello en nuestra diócesis (la Catedral y los santuarios de Nuestra Señora de los Milagros de Amil, Nuestra Señora de la Barca en Muxía y Santa María de Pastoriza) y en los actos jubilares que serán convocados a lo largo del presente año, además de un templo en cada arciprestazgo durante su «semana jubilar».
Este reconocimiento convierte a esas iglesias, ubicadas en nuestro entorno, en lugares privilegiados para vivir el Jubileo y obtener las gracias especiales asociadas a este tiempo santo.
Se convierten así en lugares donde las virtudes teologales se encarnan en la vida de nuestra diócesis: la fe celebrada, la caridad ejercida y la esperanza transmitida. Los templos jubilares son una expresión viva del compromiso cristiano de nuestra iglesia diocesana. Estamos llamados no solo a peregrinar a este espacio de gracia, sino también a darlo a conocer, para que otros puedan descubrir y experimentar el amor de Dios que aquí se manifiesta. Que este Jubileo sea para todos un tiempo de encuentro profundo con el Señor y de renovación en nuestra misión evangelizadora.
Para obtener la indulgencia plenaria durante el Año Jubilar es necesario:
1. Realizar una peregrinación al templo jubilar, participando en alguna celebración litúrgica o dedicando tiempo a la oración.
2. Confesarse y recibir la Eucaristía en los días cercanos a la peregrinación, estando en gracia de Dios.
3. Rezar por las intenciones del Papa, mostrando nuestra comunión con toda la Iglesia.
4. Practicar alguna obra de caridad como expresión de nuestra fe viva.
Iniciativas Jubilares Diocesanas:
• Semanas Jubilares: Los arciprestazgos promoverán «semanas jubilares» con peregrinaciones a templos designados, celebraciones eucarísticas, liturgias penitenciales e iniciativas caritativas y culturales, enfocadas en las obras de misericordia.
• Sacramento de la Reconciliación: Los sacerdotes facilitarán la experiencia del sacramento de la Reconciliación, poniéndose a disposición de los fieles.
• Catequesis y Cultura: Se promoverán catequesis sobre el significado del Jubileo e iniciativas culturales que iluminen aspectos del Año Santo.
• Instrumentos de Esperanza: Parroquias, comunidades religiosas y laicos se convertirán en instrumentos de esperanza a través de obras de caridad y solidaridad, especialmente a favor de los más desfavorecidos.
• Peregrinación a Roma: La archidiócesis realizará una peregrinación a Roma del 24 al 29 de agosto, cruzando la Puerta Santa de las Basílicas papales.
• Calendario Temático: Se alienta a participar en eventos como el Jubileo de los Jóvenes, el Jubileo de los Catequistas y el Jubileo de las Familias.