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Evangelio del sábado, 4 de mayo

by santaeulalia

Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 16-21

Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al lago, embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero él les dijo: – «Soy yo, no temáis.» Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra en seguida, en el sitio a donde iban.

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Meditación
El episodio de la barca en el mar agitado y la cercanía de Jesús que les dice a los apóstoles: “Soy yo, no teman”, se hace una oportunidad para meditar sobre aquellas situaciones en la que los discípulos del Señor viven en medio de la noche, con corrientes contrarias y agitaciones, y con el reclamo de la “ausencia” de Jesús.

Comienza a oscurecer y la tiniebla se hace cada vez más densa; vienen la tormenta, la confusión y el miedo. En esta realidad Jesús aparece y con él la paz, la calma y el poder cruzar el mar, símbolo bíblico del abismo, del caos y del mal. Así en nuestra vida como discípulos del Señor experimentamos estar en medio circunstancias que nos producen miedo, inseguridad y soledades. Pasamos por noches difíciles en los ámbitos personal, familiar, social, eclesial; enfrentamos situaciones que pensamos que nos superan y hasta perdemos la paz del corazón.

“En la barca están todos los discípulos, unidos por la experiencia de la debilidad, de la duda, del miedo, de la poca fe. Pero cuando en esa barca sube Jesús, el clima inmediatamente cambia: todos se sienten unidos en la fe en Él. Todos pequeños y asustados se vuelven grandes en el momento en el cual se arrodillan y reconocen en su maestro al Hijo de Dios. Cuantas veces también a nosotros nos sucede lo mismo: sin Jesús, lejos de Jesús nos sentimos miedosos e inadecuados, a tal punto que pensamos no poder lograr nada. Falta la fe, pero Jesús está siempre con nosotros y escondido quizás, pero presente y siempre pronto a sostenernos”, comenta el Papa Francisco.

Todos nosotros estamos en la barca de la Iglesia, golpeada por el ímpetu del mar; todos debemos afrontar tempestades externas, oscuridades interiores, dificultades y retos. En todo Jesús nos insta a la fe: “No tengan miedo, soy yo”, es decir, la fe nos sostiene y nos da la fuerza, no para huir, sino para tener el valor y llegar a la orilla. “Este texto te invita a no temer, dice el Papa Francisco, a no rehuir esas situaciones sino a cruzarlas como Jesús que atraviesa la Cruz para traer la Resurrección. Pero tampoco vivas tus dificultades sólo, apóyate en tus hermanos en la fe, súbete a la barca de la Iglesia, sobre todo pon tu mirada en Jesús, Él está allí, contigo”.

Ante el mar agresivo que atenta contra la vida y la dignidad de las personas, hoy somos invitados a participar en la Marcha por la Vida que sale a las 10:00a.m., de la 42 con 5ª hasta la Plaza de Bolívar. Con el lema “Salvemos las dos vidas” se quiere enviar un sentido mensaje “a los candidatos a gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y demás corporaciones públicas: el pueblo Colombiano solo votará por aquellos candidatos que defiendan la vida y generen políticas públicas en este sentido. Quienes marchen este sábado lo harán también contra el asesinato de líderes sociales, soldados y policías, y el maltrato de niños y niñas por casos de violencia sexual. Pedirán justicia y reparación para los ciudadanos que han muerto por robarles celulares o bicicletas, las mujeres víctimas de abusos sexuales y abortos forzados por las FARC, y por los enfermos que son víctimas de la indigna eutanasia.
Con esta marcha ¡proclamamos que toda vida humana es valiosa y digna, y se debe respetar y proteger porque es sagrada!” (Plataforma ciudadana Unidos por la Vida).

La Santísima Virgen María nos ayuda a dirigir la mirada a su Hijo Jesucristo para encontrar en él la paz y la fuerza para seguir avanzando; ella que supo creer y proteger la vida nos enseñe a decir sí y a cooperar con el plan de Dios para la humanidad.

P. John Jaime Ramírez Feria

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