A menudo no somos conscientes de que no todo el mundo tenemos la misma suerte en la vida. Estamos acostumbrados a vivir estas fechas con magia e ilusión, especialmente el día de Reyes, cuando quien más, quien menos recibe algún regalo. Pero hay familias y personas que por circunstancias no tienen recursos suficientes y en cuyas casas los Reyes Magos no hacen parada.
No solamente hay niños con unas Navidades «diferentes», también hay personas mayores que viven las fiestas en soledad y que necesitan sentir que alguien les ha escuchado, ha leído su carta y se ha preocupado en elegir un regalo y prepararlo para ellos, aunque sea por un día. El regalo es la excusa, lo verdaderamente importante es todo lo que hay detrás.
Los Voluntarios de Cáritas de Santa Cruz no son ajenos a esta realidad por lo que han querido ejercer de pajes reales recogiendo el pasado diciembre las cartas de los niños para que a ninguno le falte un presente el próximo seis de enero.
Los Reyes Magos adelantaron su llegada un año más para repartir regalos e ilusiones a los niños de las familias más necesitadas de nuestras parroquias gracias a la inestimable labor de los Reyes Magos de verdad que han gestionado las cartas de cada niño con el fin de que en ningún hogar falten los juguetes y las sonrisas.
En total han sido 100 los niños que han recibido el regalo que ellos mismos habían elegido.
Todo esto ha sido posible gracias a la colaboración de Reyes Magos de verdad, un proyecto sin ánimo de lucro en el que colaboran miles de personas de forma desinteresada para devolver la ilusión a niños, ancianos y personas sin recursos a través de un regalo de Reyes. Para los niños, es la magia y la ilusión de que los Reyes Magos se hayan acordado de ellos y les traigan algo de lo que hayan pedido. Para los mayores, es saber que alguien les ha escuchado, se ha leído su carta y han cumplido sus deseos. Es lo que de verdad importa, lo que les llega al corazón…