Enrique Alonso Alonso nació el 21 de mayo de 1988 en la pintoresca localidad de La Guardia, ubicada en Pontevedra, Galicia. Hijo único de María Elena Alonso Trigo y Genero Alonso Martínez, Enrique creció en un entorno familiar cálido y lleno de valores. Desde joven, sus padres le inculcaron principios éticos de trabajo y un profundo sentido de la responsabilidad.
Educación y Formación Académica
Desde sus primeros años, Enrique demostró una gran inclinación por el aprendizaje y la curiosidad intelectual. Realizó sus estudios secundarios y el bachillerato en el IES SANGRIÑA, donde se destacó no solo por su rendimiento académico, sino también por su actitud servicial y colaboradora con sus compañeros y profesores.
La pasión de Enrique por las ciencias lo llevó a la Universidad de Santiago de Compostela, donde decidió estudiar Química. Durante su licenciatura, Enrique se sumergió en el fascinante mundo de las reacciones químicas, los compuestos y las soluciones, encontrando en la Química una forma de entender y explorar el mundo natural. Sin embargo, su sed de conocimiento no se detuvo ahí. Tras obtener su licenciatura, Enrique se trasladó a la Universidad Politécnica de Valencia para cursar un máster en Evaluación y Seguimiento Ambiental de Ecosistemas Marinos y Costeros. Esta especialización le permitió combinar su amor por la ciencia con su pasión por el medio ambiente, dándole una perspectiva integral sobre la importancia de preservar nuestros ecosistemas.
Vocación Religiosa y Servicio a la Comunidad
A pesar de su éxito académico, Enrique sentía un llamado más profundo que iba más allá de la ciencia. Su vocación religiosa comenzó a tomar forma en la Iglesia nueva de Santa Cruz donde comenzó a participar activamente en diversas actividades comunitarias y religiosas. La combinación de su fuerte fe y su deseo de servir a los demás lo llevó a ingresar al seminario, iniciando así su formación para el sacerdocio.
Una figura preeminente en la vida de Enrique ha sido don José Carlos Alonso, párroco de Santa Eulalia de Liáns. Don José Carlos ha sido para Enrique no solo un amigo espiritual, sino también una figura paternal que lo acogió como a un hijo en su parroquia. Bajo su guía y apoyo, Enrique encontró un entorno enriquecedor que fortaleció su vocación y compromiso con la fe. La influencia y el acompañamiento de don José Carlos fueron cruciales para el crecimiento espiritual de Enrique, quien ahora sale de su parroquia para convertirse en diácono.
Durante su tiempo como seminarista, Enrique ha sido reconocido por los feligreses de las parroquias donde ha prestado servicio como una persona servicial, atenta y trabajadora (Santa Eulalia de Liáns, San Martin de Dorneda, San Pedro de Nos, San Vicente de Vimianzo o Santa Eugenia de Ribeira entre otras). Ha trabajado incansablemente para asistir a su comunidad, demostrando en todo momento una empatía y dedicación extraordinarias. Sus esfuerzos no solo han fortalecido su propia fe, sino que también han inspirado a muchos a su alrededor.
Pasiones y Aficiones
Fuera de sus obligaciones religiosas y académicas, Enrique es un amante de la naturaleza. Encuentra una profunda paz caminando por las montañas y las playas, lugares donde puede reflexionar y conectarse con la creación. El ciclismo de montaña es una de sus actividades favoritas, ofreciéndole una forma de mantenerse activo y explorar los paisajes gallegos.
Otra de sus grandes pasiones es el mundo de la jardinería. Para Enrique, cuidar de las plantas es una actividad relajante que le permite desconectar del ritmo frenético de la vida diaria y encontrar serenidad.
La música también ocupa un lugar especial en su vida. Enrique disfruta especialmente de los conciertos, donde la energía de la música en vivo le brinda una experiencia emotiva y enriquecedora. Esta afición le permite explorar diferentes géneros y culturas, ampliando su perspectiva y apreciación del arte.
Ordenación Diaconal
El 7 de julio de 2024, Enrique alcanzará un hito significativo en su camino espiritual: será ordenado diácono en la majestuosa Catedral de Santiago de Compostela. La ceremonia será presidida por S.E.R. Mons. Francisco José Priero Fernández y será un momento de gran emoción y significado tanto para Enrique como para su familia. Este evento marca el comienzo de una nueva etapa en su vida, donde continuará sirviendo a su comunidad con el mismo fervor y dedicación que ha demostrado hasta ahora.
Legado y Futuro
Enrique Alonso Alonso es un ejemplo inspirador de cómo la fe, la ciencia y la naturaleza pueden entrelazarse para formar una vida rica y significativa. Su dedicación a la educación, su servicio a la comunidad y su amor por la creación lo han convertido en una figura respetada y querida en su entorno. A medida que avanza en su camino formativo, Enrique continuará siendo un faro de esperanza y guía para aquellos que buscan un propósito y conexión más profundos en sus vidas.
Su historia es un recordatorio de que, independientemente del camino que elijamos, es posible encontrar una armonía entre nuestras pasiones y vocaciones, viviendo una vida llena de propósito y contribución positiva al mundo que nos rodea.
Confiamos en que su testimonio sirva de aliciente para que otros muchos jovenes decidan como el entregarse a Cristo y respondan a la llamada que El les hace al sacerdocio o la vida religiosa.
¡Felicidades y gracias Kike! Que la Virgen Santísima te guarde.
Padre Davys Montenegro