“La santidad no consiste en hacer cosas extraordinarias, sino en hacer lo ordinario con amor y por amor.”
– Santa Teresa del Niño Jesús.
En el ritmo acelerado del día a día, es fácil que el corazón se llene de preocupaciones, responsabilidades y cansancio espiritual. Sin embargo, toda mujer necesita un momento para detenerse, mirar hacia adentro y encontrarse con Dios. Esa es la invitación que nos hace la Parroquia Santa Cruz con su retiro espiritual mensual para mujeres: un espacio de silencio, oración y encuentro interior que renueva el alma y fortalece la fe.
¿Qué es un retiro espiritual?
La palabra “retiro” significa precisamente eso: retirarse del ruido del mundo para recogerse y dedicar un tiempo al espíritu. Es una oportunidad para rezar, meditar y examinar la propia vida a la luz del Evangelio. Durante unas horas, el alma se abre a la gracia de Dios y se dispone a escuchar su voz con serenidad.
En nuestra parroquia, una vez al mes, se celebra este retiro pensado especialmente para mujeres que desean crecer en su vida cristiana y avanzar en el camino de la santidad.
El encuentro sigue una estructura sencilla pero profundamente espiritual:
• Comienza con una lectura de puntos de examen hecha por una de las asistentes, que ayuda a orientar los propósitos personales.
• Sigue una meditación guiada por un sacerdote, que nos invita a reflexionar sobre temas esenciales de la fe, la moral, la liturgia o la doctrina social de la Iglesia, en armonía con el tiempo litúrgico.
• Se dedica un tiempo al silencio y al examen personal, donde cada una puede dialogar con el Señor en la intimidad del corazón.
• Finalmente, una segunda meditación culmina con la Bendición del Santísimo Sacramento, momento de profunda unión con Cristo presente en la Eucaristía.
¿Por qué participar? Porque el retiro es un regalo para el alma.
En este encuentro, la mujer católica descubre la paz que sólo Dios puede dar, aprende a mirar su vida con una luz nueva y fortalece su deseo de vivir con fidelidad su vocación: como madre, esposa, hija, amiga o consagrada.
Los frutos son abundantes:
• Crecimiento en la vida de oración y en la relación con Dios.
• Claridad espiritual para tomar decisiones y renovar propósitos.
• Fortaleza interior para vivir con alegría la fe en medio del mundo.
• Progreso en el camino hacia la santidad, que es el destino al que todas somos llamadas.
Unas pocas horas bastan para llenar el corazón de paz y encender de nuevo el deseo de amar más a Dios y servir mejor a los demás.
Ven y regálate un tiempo para Dios. Él te espera para hablarte al corazón y renovar tu vida desde dentro.
Te esperamos.
Lugar: Iglesia Nueva de Santa Cruz
Día: Miércoles
Hora: 19:30 hh.