Inicio Archivos diarios
Archivos diarios

24 diciembre, 2018

Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 1-14

En aquel tiempo, salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. Éste fue el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada.

En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: «No temáis, os traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. »

Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús

Meditación
Hoy celebramos la Nochebuena, la noche del anuncio gozoso del nacimiento de Jesús, nuestro Salvador. Noche de paz, noche de amor; noche que nos habla de la ternura y la cercanía del Señor. Noche que hace resonar el mensaje del Ángel a los pastores: “no teman, les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy les ha nacido el Salvador: el Mesías, el Señor”.

El Papa Benedicto XVI dice: “Navidad se ha convertido en la fiesta de los regalos para imitar a Dios que se ha dado a sí mismo. Entre tantos regalos que compramos y recibimos no olvidemos el verdadero regalo: darnos mutuamente algo de nosotros mismo. Darnos mutuamente nuestro tiempo. Abrir nuestro tiempo a Dios. Así la agitación se apacigua. Así nace la alegría. Surge la fiesta”. Es la Noche de fiesta que nos habla de la fidelidad de Dios que cumple las promesas de salvación; es la noche que nos habla de llegada de Aquel que hace nuevas todas las cosas.

Llegó el tiempo del parto, nos narra el evangelio, María y José no encontraron sitio para hospedarse; fue una pesebrera que acogió al Niño Jesús. No había sitio para ellos; en muchas circunstancias también hoy no hay sitio para Jesús; las puertas del corazón se cierran, hay políticas y culturas sociales que rechazan al Señor. Incluso en este tiempo, cuyo motivo de celebración es el Señor, en muchos ambientes hay todo menos Jesús, suenan muchas voces pero se silencia el anuncio de la Buena Noticia, se encienden muchas luces artificiales pero no se acepta la luz del Niño Jesús que vence las tinieblas del pecado, de la soledad, de la indiferencia.

No había sitio para ellos pero el calor y el amor de familia convirtieron un humilde pesebre en la cuna del Salvador; allí el frio fue vencido por el amor, el rechazo por la acogida, la soledad por el poder de la familia. No hubo un sitio para la Sagrada Familia pero ellos nos dan el ejemplo de estar juntos en la prueba; ellos nos hablan de la gracia que tiene estar juntos. Podemos decirle al Señor: aquí si hay sitio para ti. En mi vida está el primer lugar para ti, en mi familia deseo que ocupes el puesto central.

Entonces podemos contemplar la gloria del Señor y dejarnos envolver por su claridad para poder cantar con alegría: “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”. Ve y anuncia con el saludo de Feliz Navidad, que el Señor está vivo y comparte nuestra historia; ve y comparte el calor que brota del Niño envuelto en pañales. Ve y que esta noche el Señor confirme su luz y su paz en tu familia. ¡FELIZ NAVIDAD!

24 diciembre, 2018
0 Facebook Twitter Google + Pinterest

Con enorme tristeza hemos recibido la triste noticia del fallecimiento de Sor Maria Luisa de la comunidad de las Hermanas Mercedarias de la Caridad en Santa Cruz.
La religiosos fallecía a punto de cumplir 98 años en la misma comunidad parroquial a la que entregó su vida y su vocación con los más necesitados durante la mitad de su vida.

Había llegado a Santa Cruz en 1973 y desde el primer día destacó por su trabajo abnegado en el Colegio Apóstol Santiago (hoy Lar a Mercé) en una labor en favor de los niños de familias desfavorecidas fundadas por nuestro recordado párroco D. Manuel García Calviño.

Si el sacerdote era el fundador del Colegio, Sor Maria Luisa era el alma del mismo pues junto a un puñado de hermanas atendían el internado que acogía a casi 400 muchachos de toda la provincia. Comida, ropero, cuidado del centro pero sobre todo la atención de los niños llenaba su jornada.

Pero nuestra hermana María Luisa era mujer de parroquia y un alma apostólica. Todos en el pueblo la recuerdan impartiendo catequesis en La Capilla de Montrove y la parroquia de Liáns; el cuidado y ornato de los templos al que tantos años dedicó; la atención sanitaria a tantos vecinos por su condición de enfermera en unos tiempos en que la sanidad recorría los hogares de la parroquia ejerciendo de “practicante”.

Siempre que hablaba no dudaba en proclamar que ansiaba irse junto a Dios, pero no con resignación o impotencia sino con la alegría de encontrarse con aquel a quien se había consagrado. En la mañana de su muerte, consciente de su partida, anunció a sus hermanas: “Ya llegó el momento”.

Hoy, en el día en que todos celebraremos la fiesta de la Nochebuena, sin duda ella celebrará la auténtica Navidad, encontrándose cara a cara, como aquellos pastores en el Portal de Belén como una humilde sierva ante su Señor.
Descanse en Paz

24 diciembre, 2018
1 Facebook Twitter Google + Pinterest

Al terminar el año, en la fiesta de la Navidad, me gustaría llamar a la puerta de vuestras casas para expresar a cada uno de los fieles y a todos nuestros vecinos mi más cordial felicitación: ¡Feliz Navidad! ¡Feliz Año 2019 a todas las familias, especialmente a los que sufren!

En este tiempo todos recibimos numerosas felicitaciones y se multiplican los buenos deseos. Lo que estamos celebrando estos días nos da la llave para poder alcanzar la verdadera prosperidad, alegría y paz: Jesucristo. Nuestra unión con Él y la comunión de los demás con su Persona es precisamente lo que nos proporciona aquello que más buscamos.

No busquemos a Dios dónde no se le puede encontrar,
dónde al menos es mucho más difícil encontrarle.
Busquémosle, como los Magos, en la sencillez,
en la humildad, en la fraternidad, en la pobreza compartida,
en los arrinconados y perdidos en los márgenes de nuestra sociedad,
en los sufridos y sufrientes,
en los pequeños que trabajan por sacar sus vidas y los suyos adelante,
en los que Cristo prefiere.

La luz de la fe nos ayuda a reconocer en el Niño Jesús, recién nacido, al Dios eterno e inmortal que nos ama mucho más de lo que imaginamos.

Os deseo de todo corazón Feliz Navidad. Vuestro párroco.
José Carlos Alonso Seoane
24 de diciembre de 2018

24 diciembre, 2018
1 Facebook Twitter Google + Pinterest