Este fin de semana ha comenzado oficialmente el curso de catequesis y catecumenado en las parroquias que conforman nuestra Unidad Pastoral Liáns–Perillo–Nos–Dorneda. Un nuevo año pastoral que se inicia con ilusión, compromiso y esperanza, en el que niños, jóvenes y adultos se disponen a crecer en la fe y fortalecer su relación con Cristo en comunidad.
Catequistas comprometidos y apasionados por la fe
Los catequistas son el corazón de este servicio parroquial. Son personas con experiencia, muy comprometidas y con un sincero deseo de formarse y servir. Cada año, se enfrentan con entusiasmo y de manera desinteresada a la hermosa tarea de transmitir la fe a los niños, jóvenes y, cada vez con más frecuencia, también a los adultos.
Más allá de los contenidos, su labor consiste en transmitir una vivencia, un testimonio y una pasión concreta por Jesucristo. Como el mismo Jesús hacía, la catequesis no se limita a las palabras, sino que se apoya en los hechos y en el ejemplo: la fe se comunica viviéndola.
Un método que se renueva
En la mayoría de nuestras parroquias se sigue utilizando el método tradicional, con el Catecismo de la Iglesia Católica adaptado a los niños como base principal. Sin embargo, poco a poco se van incorporando otros modelos de acompañamiento, como el Catecumenado de Familias, una propuesta que busca implicar más activamente a los padres en el proceso de fe de sus hijos.
Este modelo, ya presente en otras comunidades, ayuda a las familias a rezar juntas, compartir la Palabra y vivir la fe en casa, haciendo de la catequesis una verdadera escuela de vida cristiana.
La familia, primer espacio de fe
Uno de los grandes retos que afrontamos como comunidad es que muchos niños, tras recibir la Primera Comunión, dejan de participar en la vida parroquial. Son menos los que continúan formándose y llegan a recibir la Confirmación.
Por eso, desde nuestras parroquias queremos recordar que la familia es fundamental en el proceso de fe. Si detrás de un niño o joven hay una familia que acompaña, anima y participa en la misa dominical, ese joven persevera y termina pidiendo libremente la Confirmación. En cambio, cuando ese acompañamiento se pierde, la fe se va diluyendo poco a poco.
Con este motivo, invitamos a todas las familias cuyos hijos han recibido recientemente la Primera Comunión a continuar el camino de formación e incorporarse a las catequesis de Confirmación entre los 13 y 14 años, para completar así la Iniciación Cristiana.
Un fenómeno creciente: el Catecumenado de Adultos
En los últimos años, nuestras parroquias han sido testigos de un hermoso crecimiento: el aumento de adultos que desean completar su iniciación cristiana. Cada vez son más las personas mayores de 18 años que acuden al Catecumenado de Adultos para recibir el Bautismo, la Primera Comunión o la Confirmación.
Muchos se acercan a la parroquia con motivo de su preparación al matrimonio, y se les propone culminar su proceso de fe antes de recibir el sacramento. Otros lo hacen porque desean ser padrinos de bautismo, y la normativa diocesana exige estar confirmados. También hay quienes, movidos por una inquietud personal o una invitación del párroco, deciden dar ese paso.
El fruto de este esfuerzo pastoral es evidente: el año pasado, alrededor de 25 adultos recibieron el sacramento de la Confirmación, y varios celebraron también su Bautismo y su Primera Comunión. Una señal esperanzadora de que el Espíritu Santo sigue obrando y llamando corazones en todas las edades.
Una invitación abierta a todos
El nuevo curso de catequesis y catecumenado es una oportunidad para caminar juntos como comunidad creyente. La fe crece cuando se comparte y se vive en comunión. Por eso, invitamos a todas las familias a implicarse en la formación de sus hijos, y a los adultos que no hayan completado su iniciación cristiana a acercarse a su parroquia. Allí recibirán la información sobre el Catecumenado de Adultos y podrán comenzar su propio itinerario de fe.
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Parroquias: Liáns – Perillo – Nos – Dorneda
Inicio del curso: Octubre 2025
Objetivo: Transmitir y vivir la fe en comunidad, formando discípulos alegres y comprometidos con Cristo
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“No solo transmitimos conocimientos, sino la alegría de creer.”
Este nuevo curso es una invitación para seguir construyendo una Iglesia viva, familiar y misionera, donde todos —niños, jóvenes y adultos— aprendamos a vivir con pasión el Evangelio.